fbpx

Experiencias MVE en Colombia

Las mujeres nos movemos al ritmo de la paz

Diana C. Martínez R.

Desde el 2015, el Movimiento Vital Expresivo (MVE) ha sido parte de las agendas metodológicas de diversos procesos formativos de educación para la paz en Colombia. Diana Martínez, instructora del sistema Río Abierto, ha cofacilitado dichos espacios dirigidos al cuidado de cuidadoras, lideresas sociales y activistas en el Cauca y el Valle del Cauca. 

 

Mujeres diversas, jóvenes, adultas, indígenas, afro, mestizas, trans, han vivido rondas de MVE en sus territorios, explorando sus cuerpos, transitando por sus emociones y por algunas de las infinitas cualidades y actitudes que dan forma a la personalidad. 

 

Este espacio de movimiento ha brindado a las mujeres la posibilidad de auto reconocimiento de sus capacidades y de su poder, fortaleciendo su confianza para sacar la voz y expresarse sin temor.  El camino recorrido ha creado un espacio seguro donde la participantes han movilizado sus dolores y alegrías, pasando por personajes “buenos” y “malos”, “feos” y “bonitos” llevándoles a reflexionar sobre la necesidad de transformar los imaginarios sobre lo diferente como amenaza.

 

El movimiento como expresión de la vida viene caminando de la mano de las resistencias de las mujeres en el Cauca y el Valle del Cauca y ha implicado un cambio, una metamorfosis vital hacia una expresión más libre de cada una de ellas, desde su particularidad, en la construcción de una sociedad que vele por su cuidado. 

 

Río de vida

Germán A. Salamanca D

Permitirme romper las estructuras mentales para recrear mi vida desde el fluir y el cambio.
Gran parte de mi vida fue construirme y estructurarme de acuerdo con ideales de sociedad, religión y familia que así debían ser. Aprender, para encajar y destacar en ciencias exactas, ingeniería, gerencia de proyectos y cumplir con los papeles del buen hijo, el buen hermano, el buen estudiante, el buen ingeniero, el buen padre, el buen… el buen… Mi vida transcurrió así hasta lo 39-40 años, donde mi mundo era un montón de cajitas perfectas y los espacios para mi y las personas que amaba y lo que yo amaba hacer eran muy pocos. Mantener ese mundo cubista retorcido y “perfecto” consumía mucho de mi tiempo, energía y mi salud física y emocional… un juego de trapecista que por mantener un gran acto no me dejaba ver a los demás; creyendo que engañaba el ojo del público espectador que sólo estaba en mi mente y olvidando a aquellas personas a quienes amaba, quería y apreciaba.

Decido dar el salto al vacío y escuchar mis emociones, mi cuerpo y esa intuición que había estado enjaulada durante décadas; me formo en Metagenalogía, Tarót Evolutivo, Psicomágia y Psicochamanismo, Gestált y Río Abierto como herramientas y medicinas para mi cuerpo físico, emocional y mi alma.

En este nuevo fluir de mi vida, no solo he encontrado mi sanación y evolución, sino que he encontrado el camino de un amor de pareja siendo más maduro y adulto y he reencontrado el placer de acompañar procesos de transformación consciente desde la creatividad y la empatía con el apoyo del movimiento vital expresivo, el acompañamiento terapéutico, tarót evolutivo, psicomágia y masaje. 

Mover las emociones, cosechar vínculos sociales

Alfonso Rodríguez

Me interesa como médico articular el MVE y la propuesta de la psicoterapia corporal que es tan vivencial con lo que la medicina, la fisiología y las neurociencias han ido desarrollando, descubriendo y también implementando como respuestas frente a una influencia social deleteria que nos tiende a individualizar y mecanizar.

He podido notar como la posibilidad de registrar en el cuerpo las emociones, tramitarlas y poder girar hacia la expresión de una variedad de otras emociones, evita que las personas en Colombia que han sido afectadas por la guerra se queden congeladas en una emoción particular, ya sea el miedo, la tristeza, la rabia, y unas que son muy difíciles de remover: la culpa y la vergüenza y -sin embargo- con el MVE se movilizan.

También he reconocido cómo las organizaciones que acompañan a comunidades afectadas por diversas violencias, cuando mueven sus emociones en una ronda de MVE -la cual es en grupo- descargan, sueltan y tramitan sus experiencias en colectivo, activando el cuidado desde lo relacional y no de forma aislada e individualista. 

El MVE y las técnicas y principios del sistema Río Abierto en mi caso particular han servido para generar vínculo social y aumentar la empatía entre las personas participantes, tanto en comunidades, organizaciones que trabajan con víctimas, organizaciones de personas que trabajan en salud mental y también con estudiantes universitarios que atraviesan por situaciones sismilares, de contención emocional, de mecanicidad y represión de su ser.

En ese camino estoy, estas son mis apuestas y las cosechas ¡son maravillosas! una profunda cohesión, un crecimiento mutuo y un escenario de expresión donde dejarnos ser con más libertad.

MVE en el trabajo organizativo

Angélica Vivas

Mi enfoque de trabajo ha sido organizacional, un escenario donde se busca que las personas trabajen en su bienestar personal y a la vez que su propósito pueda encontrar sentido con el de la organización. En esa medida el trabajo corporal y los principios del Sistema Río Abierto -considero- permiten acompañar de manera consciente esta construcción de los equipos donde se toma en cuenta y se potencializan las habilidades y deseos personales con las proyecciones grupales.

El Movimiento Vital Expresivo (MVE) es una oportunidad de aprendizaje que permite a las y los colaboradores encontrarse consigo mismos/as, con sus emociones y con el disfrute de su cuerpo. He notado que cuando vuelven a este camino personal se les facilita enormemente la conexión con un propósito máximo y se acercan a otras personas a quienes ven como aliados/as con la plena confianza de construir conjuntamente. Por poner un ejemplo tradicional, cuando le pregunto a un primer colaborador si sabe que está haciendo, responde “pegando un ladrillo”, luego le hago la misma pregunta a otra colaboradora y responde convencida “estoy siendo parte de la construcción de un castillo”.

Gran parte del trabajo en el ámbito organizacional a través del MVE, me ha permitido reconocer desde el enfoque sistémico, que una lectura corporal equilibrada mejora los ambientes de trabajo y la comunicación. También cuando el/la colaborador/a es consciente de que es parte importante de su equipo, tal como funciona un sistema como el cuerpo humano en el que cada órgano es vital para su funcionamiento, entonces, le es mucho más fácil entender su rol y aporte en la organización.

Es fundamental acompañar equipos de trabajo donde se fortalezca el tejido humano y con ello los propósitos colectivos, más cuando nuestros sistemas y escenarios de trabajo se han forjado bajo la competitividad y el individualismo

 

Trabajo psico corporal en la salud pública

María Angélica González

El MVE nos conecta con la salud, el placer, la vitalidad y la alegría de vivir, afirma María Angélica instructora y coordinadora de la sede Río Abierto Bogotá, al describir la experiencia con la Secretaria de Salud Pública de Cali en el Valle del Cauca.

Se trató de un espacio donde los estudiantes del diplomado en salud pública practicaron una de las herramientas psicocorporales del Sistema Río Abierto, el Movimiento Vital Expresivo. La música, los ritmos y melodías, la secuencia de movimientos, el juego con el cuerpo, el estiramiento y la respiración les permitió vaciar tensiones, lubricar las articulaciones, expandir las posibilidades de movimiento y expresión, flexibilizar el cuerpo y el pensamiento, vitalizar y facilitar el encuentro de cada uno y cada una consigo misma y con los demás, generar una sensación de acompañamiento y apoyo. 

Además del movimiento personal, se dio lugar a los movimientos en parejas desde otra de las herramientas psicocorporales del Sistema Río Abierto, el trabajo sobre sí, donde exploraron la emoción/sensación presente y el acompañar a la otra persona en su expresión desde la mirada contemplativa interviniendo desde el amor y el respecto. En este espacio tuvo lugar la palabra en grupos, allí se compartió la experiencia relacionándola con un texto que invitaba a conocer y relacionar el trabajo realizado con distintos conceptos en este sistema de terapia psicocorporal. 

En el cierre varias personas expresaron como el trabajo les sirvió a nivel personal para vaciar la ira y encontrar maneras de acompañarla desde un lugar sano, también para sentirse acompañados/as en situaciones de duelo y pérdida desde el amor, transitando por el miedo en compañía para trascenderlo y transformarlo, otras personas nombraban la conexión con la libertad, la alegría y el equilibrio; y hay quienes ratificaron lo mucho que esto les aporta para seguir sumando en los espacios en que trabajan.

Llámanos ahora
WhatsApp chat